El poder sanador de las plantas
Nuestra Naturaleza
El Reino Vegetal lleva varios millones de años habitando la tierra, mucho más que el hombre.
El hombre se ha servido de las plantas para nutrirse y sanar sus dolencias a lo largo de los años.
Ellas nos proporcionan la energía e información necesarias para mantener nuestro cuerpo sano y en equilibrio.
El hombre que desconoce su propia naturaleza se aleja de las leyes naturales, las mismas que los animales y vegetales jamás han descuidado.
Es la ignorancia, la comodidad y una vida atestada de malos hábitos y de exceso materialismo los que han puesto al hombre en contra de sí mismo, separándolo y poniendo en peligro su integridad física, mental y espiritual.
El hombre, por su arrogancia, cree estar en la cúspide de la evolución, sin comprender que hay otras formas de conciencia superiores a él, y que él va camino a la autodestrucción.
Las plantas llevan más tiempo que nosotros viviendo en este querido planeta. Su adaptación y evolución a lo largo de millones de años es innegable.
Ellas están dotadas de conciencia viva y son sanadoras por naturaleza. Es lo que han venido a hacer, a nutrir y a dar vida a este mundo.
Nuestros antepasados podían acceder a la información y mensajes que les transmitían las plantas mediante contacto directo, pura experiencia e intuición, algo que el hombre moderno fue perdiendo a causa de la comodidad y el exceso de confort, atrofiando sus sentidos, su capacidad de percepción y de adaptación al medio.
VOLVER A CONECTAR CON LO QUE SOMOS
Somos naturaleza, y para volver al vínculo con nuestro ser biológico es necesario abrir el corazón y sanar nuestro espíritu.
Conectar de manera viva y consciente con el sol, el aire, la tierra y el agua, que nos dan la vida y alimentan.
Vivir es conectar con lo que somos en verdad. Es conectar con nuestra singularidad. Con lo que nos hace únicos. Con nuestro espíritu que desea expresar y crear. Con nuestra mente que le da forma y dirección a los pensamientos. Con nuestro cuerpo que es el medio que utiliza el espíritu para expresar los dones y talentos con los que hemos venido a este mundo.
Para estar en salud y felicidad, con sabiduría y equilibrio en la vida, se necesita de una buena energía que se nutra de emociones positivas con una buena actitud mental, una alimentación natural y equilibrada, ejercicios para mantener un cuerpo fuerte y flexible que permita que la energía fluya y no se bloquee, una respiración profunda y controlada y el conocimiento, que nos aporta luz para poder ver lo que verdaderamente somos y que le da sentido profundo a nuestra vida.
Ellas nos proporcionan la energía e información necesarias para mantener nuestro cuerpo sano y en equilibrio.
El hombre que desconoce su propia naturaleza se aleja de las leyes naturales, las mismas que los animales y vegetales jamás han descuidado.
Es la ignorancia, la comodidad y una vida atestada de malos hábitos y de exceso materialismo los que han puesto al hombre en contra de sí mismo, separándolo y poniendo en peligro su integridad física, mental y espiritual.
El hombre, por su arrogancia, cree estar en la cúspide de la evolución, sin comprender que hay otras formas de conciencia superiores a él, y que él va camino a la autodestrucción.
Las plantas llevan más tiempo que nosotros viviendo en este querido planeta. Su adaptación y evolución a lo largo de millones de años es innegable.
Ellas están dotadas de conciencia viva y son sanadoras por naturaleza. Es lo que han venido a hacer, a nutrir y a dar vida a este mundo.
Nuestros antepasados podían acceder a la información y mensajes que les transmitían las plantas mediante contacto directo, pura experiencia e intuición, algo que el hombre moderno fue perdiendo a causa de la comodidad y el exceso de confort, atrofiando sus sentidos, su capacidad de percepción y de adaptación al medio.
VOLVER A CONECTAR CON LO QUE SOMOS
Somos naturaleza, y para volver al vínculo con nuestro ser biológico es necesario abrir el corazón y sanar nuestro espíritu.
Conectar de manera viva y consciente con el sol, el aire, la tierra y el agua, que nos dan la vida y alimentan.
Vivir es conectar con lo que somos en verdad. Es conectar con nuestra singularidad. Con lo que nos hace únicos. Con nuestro espíritu que desea expresar y crear. Con nuestra mente que le da forma y dirección a los pensamientos. Con nuestro cuerpo que es el medio que utiliza el espíritu para expresar los dones y talentos con los que hemos venido a este mundo.
Para estar en salud y felicidad, con sabiduría y equilibrio en la vida, se necesita de una buena energía que se nutra de emociones positivas con una buena actitud mental, una alimentación natural y equilibrada, ejercicios para mantener un cuerpo fuerte y flexible que permita que la energía fluya y no se bloquee, una respiración profunda y controlada y el conocimiento, que nos aporta luz para poder ver lo que verdaderamente somos y que le da sentido profundo a nuestra vida.
Gracias Paola, muy bueno!
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